Y poder ser libre, no tener que aguantar más reproches de unos labios que únicamente hieren con palabras sin sentido, palabras escupidas de la forma más violenta. Huir lejos, muy muy lejos de aquí, lejos de esa mirada ausente de cariño, de esa voz que se calva en los más hondo de mi ser, lejos de la ira que abarca mi corazón cada vez con más frecuencia cuando te encuentras cerca de mi, lejos de tu indiferencia. Quizás hubiera sido mejor haber puesto punto y aparte a esto en aquel entonces, ¿Camino equivocado? ¿ Discusiones innecesarias? Miradas diferentes día tras día. Eliminamos los abrazos hace mucho, olvidamos los ¿Qué tal? En un pasado demasiado lejano. Ya no nos preocupamos por hacer de la convivencia algo cotidiano, ya no nos guardamos rencor simplemente lo dejamos vagar entre el oxígeno que respiramos, envenenándonos con el con cada inspiración, llenando nuestros pulmones con un aire insano que nos consumo desde dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario